lunes, junio 30

¿Podría haber una cura para la perdida de memoria asociada a la edad?

 La mayoría de los adultos consideran que su memoria no es tan buena como cuando eran jóvenes. En un estudio epidemiológico realizado en Finlandia se documentó que el 76% de personas mayores a 60 años reporto tener problemas de memorias.

El estudio del deterioro de la memoria ha sido asociado a la edad y se refiere a los cambios en el envejecimiento del cerebro que afectan a la cognición pero que no tienen una explicación patológica clara. Es de prioridad realizar tratamientos para la pérdida de memoria asociada a la edad, más aun cuando se está originando un rápido aumento en el número de personas mayores en la población mundial.

Sin embargo, actualmente no existen tratamientos que haya sido validado. Un estudio reciente realizo por Wang y sus colegios, ofrece la esperanza de que los descubrimientos  de los mecanismos biológicos del proceso de envejecimiento pueden sentar las bases para intervenciones clínicas.

Wang ha  tratado de remediar los déficits asociados a la edad en la memoria de trabajo. La memoria de trabajo se refiere a la retención temporal de información que era muy recientemente obtenido o que han sido recuperados recientemente de la memoria a largo plazo, pero ya no existe en el ambiente externo. Se trata de un proceso que es de vital importancia para una amplia gama de funciones cognitivas, tales como el razonamiento, la planificación, y la comprensión del lenguaje.

Casi cualquier actividad diaria requiere la retención temporal de algún tipo de información. Más de 40 años de investigación en animales y humanos 3 ha demostrado que la base neural de la memoria de trabajo es la actividad neuronal persistente dentro de una red de regiones cerebrales, con la corteza pre frontal es un área crítica. Wang ha realizado grabaciones de las neuronas en la corteza pre frontal en tres pares de monos mientras realizaban una tarea que implica la memoria de trabajo.

Un par de monos eran jóvenes (7 y 9 años de edad), un par era de mediana edad (12 a 13 años de edad), y un par de edad (17 y 21 años de edad). La tasa de disparo de las neuronas se redujo notablemente en los monos de mediana edad y de edad, en comparación con la tasa en monos jóvenes, lo que sugiere una base neural para una disminución asociada a la edad en la memoria de trabajo.

 Este cambio fisiológico relacionado con la edad es más probable debido a la pérdida de las espinas dendríticas en la capa III de la corteza - la capa donde las redes excitatorios recurrentes de apoyo actividad neuronal persistente residen. Estas espinas tienen una alta concentración de AMP cíclico (cAMP)-proteínas de señalización, y la señalización cAMP se incrementa en la corteza pre frontal de edad (debido a la desinhibición), lo que debilita la conectividad de la red de la corteza pre frontal, abriendo los canales de potasio. Por lo tanto, estos investigadores midieron y trataron de aumentar la actividad neuronal persistente en la corteza pre frontal en monos mayores por iontoforesis de fármacos (por ejemplo, guanfacina) que, o bien inhibir la señalización de cAMP o bloquear los canales de potasio cerca de las neuronas. 

El enfoque utilizado por Wang fue un éxito - la tasa relacionada con la memoria de la descarga neuronal en la corteza pre frontal de los monos más viejos fue restaurado a niveles jóvenes.
Por otra parte, y como se ilustra por el estudio es posible obtener una caracterización detallada de las interacciones entre el farmacológica y propiedades fisiológicas de las neuronas en monos. Esto complementa el uso de neuroimagen funcional en los seres humanos, lo que permite una mayor exploración de los procesos de integración de alto nivel, tales como una evaluación de las redes neuronales generalizadas, distribuidos.

A pesar del progreso sustancial durante las últimas décadas en la comprensión de las bases neuronales de las funciones de memoria y cómo estas funciones cambian con la edad, este entendimiento no se ha traducido en las intervenciones terapéuticas, para mejorar la función cognitiva. La observación de que une la acetilcolina con la memoria episódica llevó a tratamientos con inhibidores de la anticolinesterasa para los pacientes con enfermedad de Alzheimer. 

Los efectos terapéuticos de estos fármacos son moderados, tal vez debido a la enfermedad de Alzheimer afecta a múltiples neurotransmisores. No existe ningún medicamento para la pérdida de memoria asociada con la edad, aunque guanfacina se está probando actualmente en un ensayo clínico (número ClinicalTrials.gov, NCT00935493) para el tratamiento de los déficits en la función ejecutiva.

Intervenciones farmacológicas acompañados de intervenciones cognitivo-formación pueden ser eficaces en la remediación de la disminución de las capacidades cognitivas. Al menos dos estudios han demostrado que la memoria se puede mejorar mediante el entrenamiento cognitivo y que los cambios cerebrales detectables acompañan a estas mejoras.  Sin embargo, aún está por verse si los enfoques farmacológicos y cognitivo-formación tendrían un efecto sinérgico, si uno lo haría sustituye a la otra, o si se podría eclipsar al otro.

 Mientras tanto, Wang ha ofrecido una visión de los cambios fisiológicos fundamentales que se producen en el envejecimiento normal y sus correlatos moleculares subyacentes. Su caracterización detallada de tales cambios en la corteza pre frontal, tal vez la región del cerebro humano más vulnerable a los cambios relacionados con la edad, es fundamental para la comprensión de la base neural de envejecimiento cognitivo y el desarrollo de nuevos enfoques experimentales para el tratamiento de la edad -asociado declive de la memoria.

Fuente: 
  • The New England Journal of Medicine 

Link: 
  • http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMcibr1108968

No hay comentarios:

Publicar un comentario