domingo, junio 29

La importancia de tener una alta autoestima en la vejez.


La autoestima es la percepción valorativa y confiada de sí mismo, que motiva a la persona a manejarse con propiedad, manifestarse con autonomía y proyectarse satisfactoriamente en la vida, es un proceso de todo ciclo vital que se experimenta con más intensidad en la adolescencia donde la persona va consolidando su identidad pero nunca se detiene.

Es importante que el adulto mayor tenga una autoestima alta porque cuando empiece a tener pérdidas, es posible que los mitos y estereotipos influyan en su forma de valorarse. Si la persona adulta no se lleva bien consigo misma no podrá llevarse bien con los demás, si se rechaza le parecerá que los demás también la rechazan, por lo tanto se verán afectadas sus relaciones interpersonales.

“Podemos deteriorarnos por el paso de los años y por las experiencias difíciles que hemos debido afrontar, pero eso no significa que no tengamos valor...”

Una persona con baja autoestima sufre de estrés, son infelices y se sienten insatisfechas y desalentadas, lo que no les permite poder disfrutar de su vida a plenitud. Mientras que si esa persona se ama será capaz de establecer relaciones interpersonales satisfactorias con las demás personas y podrás enfrentar las situaciones negativas de la vida. Sera capaz de enfrentar los problemas con resiliencia y de no conformarse con situaciones de abuso o situaciones denigrantes.

El proceso de la autoestima tiene seis componentes, tres de tipo inferido: autoimagen, autovaloración y autoconfianza; tres conductuales de tipo observable: autocontrol, autoinformación y autorrealización.

Es el deber del gerontólogo velar porque el adulto mayor tenga una sana autoestima para que pueda vivir en su totalidad y en caso de que tenga una autoestima baja velar porque mejore.

Es necesario que las personas mayores no caigan en todo lo negativo que dice la sociedad y los prejuicios que les tienen, sino que sepan quienes son, con sus defectos y virtudes, para que puedan disfrutar de su vida. Sin lamentarse de sus pérdidas y poder aceptar sus debilidades y sacar provecho de sus errores. 

Fuente:

 Instituto de Estudios Sociales en Población (IDESPO-UNA)

Hiperenlace: 
  • http://unpan1.un.org/intradoc/groups/public/documents/icap/unpan045043.pdf

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